Fructosemia... y otras cosas

Fructosemia... y otras cosas

martes, 24 de abril de 2012

Las Tres Fases

Mi dieta es muy limitada, basicamente son proteínas animales y carbohidratos, es decir, que casi lo único que como son carnes y pescados a la plancha o cocidos y pastas, arroces o patatas, con el mínimo aderezo o ninguno en absoluto.
Es por tanto una dieta peligrosa a largo plazo, pues la ausencia de vitaminas y minerales procedentes de frutas y verduras, necesarios para nuestra alimentación, es notoria.  Esta ausencia la compenso tomando complementos vitamínicos que en su momento me recetó el facultativo que me diagnosticó y que contienen vitamina A, E, C, B6, selenio y zinc.  Al ácido fólico llegué por otra vía, observación con la que quiero hacer notar que nunca, ningún médico, te lo contará todo, ya sea ignorancia o desinterés. Por ejemplo, nadie me informó que la ausencia de alguna de estas sustancias podría ser la cuasante de ese estado de ánimo triste y melancólico que muchas veces me invadía sin razón aparente.  Es algo a lo que también llegué por otros caminos.
Como iba diciendo, la dieta no es la más adecuada para llegar a vieja con cierta salud, me preocupan especialmente la diabetes y el colesterol, pues mis antepasados mas cercanos las han padecido con mayor o menor intensidad y es algo por tanto que está en mi carga genética y que debería corregir con una alimentación que obviamente, no tengo.

Llegados a este punto, la propuesta general para intentar reducir estos riesgos y una vez que conoces tu intolerancia, es empezar con las denominadas "TRES FASES".






 A grosso modo, consiste, en primer lugar, en mantener una alimentación con ausencia total de fruta, verdura, cereales y demás alimentos perjudiciales para nosotros y mantenerlo durante una período de tiempo, variable en cada caso. En segundo lugar, y pasado este tiempo, intruducir paulatinamente alguno de dichos alimentos prohibidos, para en una tercera y última fase, llevar una dieta mas o menos completa, sin olvidar aquello que ya mencioné de ensayo/error, que yo considero fundamental.      
Mi experiencia con las tres fases en la próxima entrada.

(Las páginas de arriba las he sacado de este libro que en su momento me ayudó enormemente y que se puede encontrar sin problema en www.amazon.es )

                                     

lunes, 23 de abril de 2012

Qué comemos??

Entro en la RAE y la palabra fuctosemia no aparece, tecleo en google y hay algunas definiciones, pero ni en uno ni otro lado se reconoce fructosémico por lo que entiendo que a lo mejor me estoy inventando la palabra; pues creo que estoy en mi derecho, nos lo merecemos por todo lo sufrido.
Después del primer golpe, es decir,  que un médico te diga que no puedes comer ni fruta ni verdura, viene la pregunta del millón, ¿y qué como ahora?   Y entonces aparecen las listas de alimentos permitidos y no permitidos, los aconsejables, los que poco a poco...
En fin, hay mil listas, todas parecidas, con mil consejos.  El mío como paciente es que dentro de lo general, hay que ir probando.  En esta dolencia no hay mas método que el ensayo/error, y siempre teniendo en cuenta que hay que diferenciar entre alergía, intolerancia y mala absorción.
La distición no es cualquier cosa, hay niños con intolerancia a la fructosa a los que hay que ingresar de urgencia en caso de crisis, no es mi caso ni el de mi hija e incluso entre nosotras dos hay notables diferencias.
No obstante, para aquellos que acaban de llegar, aquí va un ejemplo:
A la vista de esto, la moral se hunde y empieza la parte psicológica a funcionar, especialmente cuando hay niños o adolescentes con este problema en casa, pues si es dificil para un adulto, para ellos es un duro camino. 
Hacer la compra, comer fuera de casa, un simple café, la lucha es diaria y constante.
De las cosas que más me sorprendieron (e indignaron) cuando empecé la dieta, fué comprobar todos y cada uno de los ingredientes de la comida que adquiría.  Que el jamón serrano, por ejemplo, esté "aderezado" con azúcar, para conservar por mas tiempo su aspecto de frescura, es algo que nunca hubiera imaginado y que me dejó perpleja.  O que determinados productos "sin azúcares añadidos" se acompañen de una buena cantidad de sorbitol y otras sustancias "E" que nos machacan sin compasión.
Hay gran cantidad de cosas que no nos dicen y que nos ayudaría mucho en el día a día.  Yo creo sinceramente que los médicos "pasan bastante" de este problema porque la mayoría de los casos no derivan en ingreso hospitalario y no lo consideran de gravedad, que no lo es a priori, pero puede llegar a serlo por las consecuencias derivadas de nuestra dieta.
Será la próxima entrada. 

viernes, 13 de abril de 2012

Fructosemia... y otras cosas

En el año 2009 me fué diagnosticada una intolerancia a la fructosa y al sorbitol.  Tenía 47 años y de repente, toda mi cultura alimenticia se fué a pique.
Como llegué a ese momento y en qué condiciones es algo que iré desgranando en sucesivas entradas.  El camino fué largo y sinuoso, supongo que como el de la mayoría de las personas que padecen esta "enfermedad" y por eso nace este blog.
De todo lo que he leído, de todo lo que me han dicho los médicos, solo tengo muy clara una cosa, cada uno de nosotros es individual y así hay que afrontar esto.  Hay una sintomatología común y hay unas reacciones propias y  yo creo que son estas últimas las que debemos compartir, para saber, primero, que no estamos solos y segundo, que a mi también me puede ir bien lo que a otro le va bien.
Así pues, estas son "las otras cosas" que dan título a esta iniciativa.  Lo que es la fructosemia, sus consecuencias, sus limitaciones, podemos encontrarlo en la red en cualquier momento.  Lo que sentimos y padecemos los fructosémicos, no. 
Me gustaría que este fuera ese lugar común donde expresarnos, llorar si nos apetece, informarnos si buscamos algo distinto, en definitiva, compartir.
Aquí queda y aquí nos  vemos.